15 jun 2010

La espada y el espiritu germánico en la Castilla medieval



En numerosos artículos hemos visto, como las tradiciones de los antiguos pueblos germánicos, sobrevivieron al paso del tiempo llegando hasta la edad media castellana. Hace unos días, leímos como la tradición de nombrar la espada era propia de los pueblos nórdicos. Y hoy nuevamente profundizaremos minimamente en este concepto, para unirlo con una tradición ancestral herética y pagana.
Según describe el historiador romano Amiano Marcelino:

“.. A la manera barbara, clavan una espada desenvainada en el suelo y la veneran como su dios guerrero”

. Así cuenta el historiador, una vieja tradición de los Alanos. Pueblo este procedente de las estepas del actual Irán, y que estaba emparentado con los sarmatas. No confundamos!, el Alano era un pueblo indoeuropeo y de características arias puras. El propio Amiano Marcelino, los describe en sus historias; como un pueblo de gran estatura, cabellera rubia y ojos claros. Estos guerreros, llegaron a España junto a los vándalos con los cuales hacia ya años que compartían y Vivian aventuras. Hasta tal punto había sido así, que otro escritor romano, nos describe la imposibilidad a simple vista de diferenciar vándalos de alanos. Esto nos hace pensar, que bien por la mezcla propia de culturas y absorción de las mismas, o bien por similitud cultural nativa propia. El Alano era básicamente germano en tradiciones y costumbres, a lo que habría que sumarle su actitud física indo germánica, muy alejada del latino de esa época. Estos bárbaros entraron con una tradición herética en Hispania, sus dioses no procedían de las nuevas corrientes ideológicas cercanas al cristianismo o catolicismo. El guerrero alano era pagano, aun rendía culto a dioses indoeuropeos. Y aun siendo muy aventurado, podría asegurar que sus dioses eran los mismos que los vándalos arcanos. Y es llegados a este punto, donde nos centraremos en una de sus tradiciones, el culto a la espada. Como ya hemos leído mas arriba en boca del propio historiador Amiano Marcelino, el Alano rendía culto al dios de la guerra, cuyo espíritu vivía en la espada.
Algunos años antes, en los bosques cercanos al Mar Negro, los godos ancestrales y paganos, rendían culto a un dios de la guerra cuya epigrafía era una espada clavada en la tierra. Así al menos lo describe Ana Maria Jiménez en sus estudios sobre el cantar de Waltario. Jordanes, nos habla de un dios Tius /Tiwaz al cual esos mismos godos rendían culto por medio de una espada hincada en la tierra, pues su espíritu vivía en las armas nobles de los guerreros godos. No pocos autores y estudiosos antiguos, apuntan a Tiwaz como el dios origen padre de todos los germanos. Tius seria el dios de la luz, el dios del orden, el juez que guía.. con razón las reuniones de hombres libres vikingas eran conocidas como all thin.,Y a esas mismas reuniones cientos de años antes, los romanos las denominaron como Mars thingsus, algo así como asamblea del dios Marte o bajo la vigilia de Marte, es decir del dios Tius. Pero regresemos al godo... como ya hemos visto y nos cuenta Jordanes, durante su etapa en el mar Negro, estos bárbaros rendían culto a una espada clavada en la tierra, una espada que seria el orden, la guía, la justicia, la piedad.. una espada que representaría el irminsul, el orden cósmico. Ciertamente algo muy relacionado con un dios padre origen del pueblo, y el cual representaría algo así como la justicia divina. No se conoce muy bien por que razón, el dios Wotan / Guton fue tomando importancia y desterró a Tius a un segundo lugar. Pero la superstición de la espada continuo en la impronta del germanismo. así pues los vándalos, los alanos los vikingos y los alamanis, continuaron pensando que en sus armas nobles, vivían espíritus de la batalla. Por eso los alanos en el 409 seguían clavando sus armas en el suelo de hispania antes de entrar en batalla, por que seguían implorando a uno de sus dioses indoeuropeos la victoria.
Otra tradición que nos da testimonio de la importancia que tenia la espada para el germano, era el juramento de honor. Se conoce que en tiempos de paz, los caudillos germánicos realizaban una ceremonia de juramento sobre sus espadas. Así pues a Vitrodoro, hijo de Viduario, se le exige por parte de los vencedores, como prueba del compromiso de su palabra, no la entrega de sus hijos en rehenes, sino la seguridad de su honor mediante la ceremonia de la espada

(..) sacaron las espadas, que ellos veneran como divinas y juraron que iban a ser leales a la palabra (..).




El antiguo bárbaro, jura su palabra ante un dios.. o ante un espirito poderoso, capaz de darle la victoria o de concederle la derrota en la vida. De ahí que era casi mas importante jurar sobre su espada, la cual estaba viva para el antiguo godo, vándalo o alano, que sobre cualquier otra forma de fidelidad.
El tiempo paso, y los germanos llegaron a España, aun cuando arrianos casi todos ellos, muchas tradiciones paganas, siguieron formando parte de sus tradiciones folklóricas antropológicas como pueblo. Así pues la saga pan gótica de Waltario, muestra en edad muy tardía una lucha espiritual y simbólica entre el paganismo y el arrianismo, mediante la humanización de sus dioses y costumbres. En la época de la reconquista, Pelayo el godo, fue nombrado como rey de Asturias, con un ritual germánico, alzándole como caudillo militar sobre un escudo. Tradición típicamente nórdica ancestral.
Olegario de las Heras, nos describe otra tradición germánica entre los caballeros de Castilla

(..) Ruy Díaz ha salido de Valencia junto a sus gentes de armas. Se dirige al encuentro de Alfonso, rey de Castilla. Cuando ambos hombres de divisan, Rodrigo se adelanta junto a quince de sus caballeros y descabalga. El Poema narra la escena que se desarrolla a continuación: «...el que en buen ora nadó; / los inojos e las manos en tierra los fincó / las yerbas del campo a dientes las tomó» (1). El gesto ritual germánico que ejecuta Rodrigo Díaz, un gesto de aceptación de la superioridad jerárquica del monarca, es comprendido y celebrado por todos los presentes. Un caballero germano reconocía como su señor a un rey germano ante una corte germana y una Gefolge de guerreros germanos que regresaban del exilio. Visigodos. Tales eran y por tales se tenían. (..)

Llegados a este punto, podemos entender como de una forma notable, en la Castilla medieval los descendientes de esos antiguos godos, aun eran fieles a sus tradiciones y costumbres antropológicas. Y esto me hace recordar los escritos de la revista “Creer y Combatir” para los SS de los cuerpos populares alemanes – El pueblo Alemán y la raza nórdica -:

(..) Pero hay que confesar que el carácter del individuo es más determinante que
el color de los cabellos. El individuo pertenece para lo esencial a una raza cuyas virtudes profesa por la acción. (..)

El espíritu nórdico, el espirito ario se manifiesta genéticamente en la conducta antropológica heredada de nuestra sangre por tradiciones. No es tan determinante pensar si los caballeros medievales eran o no nórdicos racialmente, puesto que el caballero medieval castellano era nórdico en tradición y espíritu. Y para ese caballero medieval, el culto a la espada seguía estando presente de forma notable. Un caso es el de Osorio Díaz uno de los aristócratas nobles del reino, el cual concedió en agradecimiento una espada a uno de sus caballeros. Cuenta la historia que este caballero en una de las refriegas perdió el arma de su señor, por lo cual para compensar la ofensa se vio obligado a entregar la villa de Mao en Galicia. Es conocido que todo caballero que se preciara en la Castilla medieval, ponía nombre a sus armas, siguiendo una vez mas una tradición que se remontaba a las viejas gefolges germánicas. Esos mismos caballeros antes de una batalla contra el infiel, se arrodillaba con su espada desenvainada, y clavándola en el cielo rezaba a Dios. ¿No recuerda esta imagen mucho a la del viejo alano rezando al dios de los barbaros? ¿O al ancestral godo del mar Negro rezando a su Irminsul – Tius?. Habían transcurrido cientos de años, pero en su esencia genética, en su tradición antropológica como pueblo, el caballero Castellano, leones o aragonés, seguía siendo espiritualmente germánico y pagano. Desperta Ferro!!!! Gritaban esos guerreros de elite que fueron los Almogavares. En sus gritos despertaban al espíritu del hierro, el alma de sus espadas. Nuevamente seguían una tradición espiritual unida con esas tribus germánicas que golpeaban sus escudos con las armas, como llamando en los brumosos bosques a deidades y espíritus antes de una batalla. Toda la esencia espiritual de esos pueblos, aun vive en nuestra memoria genética, y en parte estamos unidos con esa memoria por medio de la sangre blanca y el espíritu nórdico. Mas de dos mil años no han conseguido aniquilar de nosotros esa impronta ancestral. Hoy en día el multiculturalismo y la globalización intentan una vez mas destruir y despojarnos de nuestra identidad. Por eso hoy mas que nunca, el hombre blanco ha de encontrar la llamada de lo hiperbóreo en su sangre, y regresar al espirito nórdico, el cual aun vive en nuestras costumbres y tradiciones. Tenemos que regresar al ideal del viejo castellano medieval, el cual valoraba la sangre “pura” de su estirpe, llamando castellano viejo a todo el hombre noble de raza. Las tradiciones germánicas entre los hispanos, no solo no murieron con la cristianización de estos, si no que perduraron hasta la edad media como parte de sus tradiciones y costumbres antropológicas. Y hoy en día es nuestra necesidad recuperar esas tradiciones, identidad y espíritu para unirnos en alma y mente con el ario.

1 comentario:

  1. Solo una nota: Donde dice debe decir NACIÓ

    "El que en buena hora nació"
    http://castella-prima-vocce.blogspot.com

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