3 may 2010
Fragmento del Poema de Mío Cid (Versión de Maite Toca)
Las líneas de los moros ya se mueven adelante
a mío Cid y a los suyos las manos tomar.
-«Estaos quietas, mesnadas, aquí en este lugar;
no arranque ninguno hasta que yo lo mande.»
Aquel Pedro Bermúdez no lo pudo soportar,
la enseña tiene en mano, comenzó a espolonear:
-«¡El Creador os valga, Cid Campeador leal!
Voy a meter vuestra enseña en aquella fila mayor;
¡los que el deber tenéis veremos cómo la defendéis.»
Dijo el Campeador: -«¡No sea, por caridad!»
Repuso Pedro Bermúdez: -«¡No lo dejaré por nada!»
Espoloneó el caballo y lo metió en la fila mayor;
los moros le reciben para la enseña ganar,
le dan grandes golpes, mas no le pueden derribar.
Dijo el Campeador: -«¡Ayudadle, por caridad!»
Embrazan los escudos delante los corazones,
bajan las lanzas envueltas de los pendones, inclinaron las caras encima de los arzones,
iban a herirlos con fuertes corazones.
A grandes voces llama el que en buena hora nació:
-«¡Heridlos, caballeros, por amor de caridad!
¡Yo soy Ruy Díaz el Cid Campeador de Vivar!»
Todos hieren en la fila donde está Pedro Bermúdez;
trescientas lanzas son, todos tienen pendones;
sendos moros mataron, todos de sendos golpes;
a la vuelta que hacen otros tantos muertos son.
Veríais tantas lanzas hundir y alzar,
tanta adarga horadar y pasar,
tanta loriga agujerear y desmallar,
tantos pendones blancos salir bermejos de sangre
tantos buenos caballos sin sus dueños andar.
Los moros llaman «¡Mahoma!» y los cristianos «¡Santiago!».
Caen en un poco de lugar moros muertos mil trescientos ya.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario