4 may 2010

El templo pagano, una puerta al mundo de los dioses


Los leñadores llegaron hasta un antiguo bosquecillo sagrado. Sus ramas entrelazadas rodeaban un frío espacio central en el que nunca brillaba el sol, pero donde abundante agua manaba de oscuros manantiales... los dioses bárbaros que aquí eran adorados tenían sus altares colmados de horribles ofrendas, y los árboles estaban salpicados de sangre humana... Nadie se atrevía a entrar en este bosquecillo excepto el sacerdote; e incluso el permanecía fuera al mediodía, y entre el alba y el crepúsculo, --- por miedo a que los dioses pudieran salir a tales horas

(Lucano, Farsalia)

Así describía el poeta latino un templo sagrado de los galos. Sin llegar a ser tan siniestro y tétrico, el templo del pagano actual, ha de ser igualmente un lugar sagrado donde encontrar a los dioses. Nuevamente recalco de la dificultad hoy en día, para encontrar un lugar en medio de la naturaleza. Y nuevamente es necesario crear un templo o lugar de reunión en algún lugar natural. Afortunadamente en el FCP, hace unos dos años que conseguimos construir uno en un lugar secreto del bosque. Siguiendo la tradición de los pueblos celtas y neolíticos, hemos de crear una puerta por la que el mundo de los dioses y los espíritus, puedan llegar a la tierra. Así lo creían los pueblos neolíticos cuando construyeron los dolmenes. El dolmen era un lugar, donde el hombre ancestral enterraba a sus muertos. Y al mismo tiempo era una puerta para encontrarse con el alma de esos muertos... y como todos sabemos, las almas de los muertos moran en el mundo de los dioses. Cientos de años después, los pueblos heroico solares indoeuropeos, se encontraron en sus invasiones esas construcciones. Lejos de rechazarlas o ignorarlas, el hombre solar indoeuropeo, comprendió y capto el misticismo y la energía telúrica que esos lugares desprendían. Así fue que el celta, el primitivo germano, el antiguo eslavo etc. Re utilizo esas extrañas construcciones, dándolas un nuevo significado y simbolismo. Ya no eran un lugar donde enterrar a los muertos, pero seguían siendo unos lugares mágicos que unían al mundo invisible con el visible. Las tradiciones matriarcales vascas, pensaban que en los dolmenes vivía la gente oculta, y que esa gente oculta utilizaba esa puerta dimensional, para llegar al mundo de los vivos. Este pensamiento, era común a casi toda la zona megalítica española, en mayor o menor media, y con alguna diferencia mitológica. Pero como vemos, desde que el primer hombre construyo un megalito... respiro un cierto aire de misticismo telúrico que no supo explicar. Y que generaciones venideras también notaron, aun cuando no habían tenido contacto entre ellas. Comprendemos ahora, que el “templo”, el megalito, el dolmen.. tiene que ser una puerta hacia el mundo invisible. La construcción del mismo debería realizarse en algún lugar alejado de la civilización. Pueden ser unas piedras clavadas en la tierra, unas rocas cercanas a un río... o unas rocas sobrepuestas que asemejen una puerta (esto mas complicado). El caso es que será el lugar, por donde el mundo de los dioses, acceda a nuestro mundo. Tomando como base este simbolismo, entenderemos que el templo, será un buen lugar para realizar encuentros entre nuestro grupo. Reuniones, combates de espadas, meditaciones etc etc. será un buen lugar para nuevamente recordar quienes somos, de donde venimos, y cuales fueron las tradiciones, héroes y dioses de nuestro pueblo. Puesto que en el otro mundo viven los héroes y guerreros de nuestra raza, al igual que los dioses de nuestra raza.

A. Ordoño del Olmo - Frente Celtibero Pagano

No hay comentarios:

Publicar un comentario